Los pájaros posados sobre las cicatrices que rodeaban el ritmo tranquilo de su ausencia
La música la salvó del crepúsculo de la realidad
Caer era como sentir la libertad de un pájaro volando sobre el corazón solitario
A veces se despertaba cantando una canción que hacía bailar sus manos
Su alma se reflejaba en el espejo
junto con el eterno eco del deseo
Su vida era la música
Llevaba una partitura y una brújula tatuada en su ser
el público aplaudió cada una de sus heridas e ilusiones en la escena universal del significado de la existencia
Margaritas acariciando su destino y estigmas
Después de la actuación
Le gustaba quedarse sola en el escenario para sentir su esencia flotando sobre la banda sonora de su existencia
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