Dansez sous la tempête en espérant que les dieux souriront à la beauté de la chorégraphie du chaos où les esprits passent la nuit sans crainte de rêver
Fuimos tan libres
Que a veces dolía la libertad
El mundo real es lo que queda a nuestra espalda cuando contemplamos el mar
Recorremos nuestra isla para desorientarnos y aceptar el caos como la regla legítima de la inexistencia
El oleaje marca el ritmo de la vida ajena a la voluntad de las cadenas
Baila bajo la tempestad esperando que los dioses sonrían ante la belleza de la coreografía del caos donde pernoctan los espíritus sin temor a soñar
El espejo donde mi ser quisiera descansar ajeno a las imágenes reflejadas en el abismo de lo cotidiano
Me conformo con sentir el mar
Y escuchar las olas en el profundo eco del corazón
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