Et accepte la mélodie du perdant
Ojalá mi silencio fuera la antesala de la tormenta que deshabita el destino de sus ojos
Sin existencia
Como la luna inhalada en el desaliento de la sirena que asume las cicatrices en el epitafio del poeta
Quizás las grietas de su voz estén plenas de matices que revolotean como luciérnagas entre las costuras de los sueños
Te amo como la golondrina perdida en la soledad de las tinieblas
Buscando el calor de una herida para refugiarse en la desesperación del náufrago
Duele el frío entre los huesos del suicida arrepentido
Que espera el amanecer desnudo frente al mar
Entonces
Mira de frente mis miserias
Y acepta la melodía del perdedor
Para resucitar en el misterio de tu corazón
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